miércoles, 20 de marzo de 2013

Memorias de una tarde de lluvia en Buenos Aires

Memorias de una tarde de lluvia en Buenos Aires.
(la ciudad mas ciclotímica del mundo)
de colores cambiantes, altibajos,
días de excitante y abrumadora alegría
y días de derrotismo disfrazado de canción de amor.
Hoy es uno de esos días melanco,
con ese toque tragicómico que la ciudad te brinda.
Llueve, la gente tiene caras de odio y yo que disfruto ver
el agua caer sobre mi ventana.
Hoy es uno de esos días grises, pero grises claros,
en que los recuerdos del pasado te invaden.
Las gotas calan profundo en el humor de los porteños,
que bien sabemos, tenemos en lo genes ese virus
que algunos quisieron llamar melancolía.
Memorias de una tarde de lluvia en Buenos Aires.
La reina del plata, capital cultural americana.
La ciudad que mezcla arte y negocios clandestinos
en un subterráneo inmundo e inexplicablemente bello.
Las calles se llenan de ruidos desconocidos,
ruidos de frenazos, de derrapes, de imprudencias.
(ruidos de lluvia, lisos y llanos)
La gente brama nostalgia, los tangos cobran más vida,
los poetas urbanos pulen su trova e inventan palabras desconocidas.
Memorias de una tarde de lluvia en Buenos Aires.
Entre risas y chistes en los mil y un bares porteños.
Café mediante se lavan las culpas, se confiesan pecados,
se escriben los versos más inspirados,
se escuchan milongas desgarradoras y se vuelve,
como es costumbre, a contener el llanto en la garganta.
Gracias por tanto, perdón por tan poco,
casa grande, hogar de mis hogares, lugar en el mundo,
tatuaje imborrable que llevo en el alma por siempre.
Que fama nos crea el aire de esta metrópolis,
cosmopolita, maravillosamente plural y diversa,
prisión abierta de cantares y sonetos barrocos.
¿A quien culpar por toda esta lluvia?
Traigo tu firma, bella Babilonia de calles adoquinadas,
avenidas perfumadas de neón y calaveras hurgando basurales.
Soy porteño, vivo a lo porteño, siento como porteño.
Será por eso, quiero pensar, que prefiero quedarme adentro,
mirar por la ventana, y disfrutar viendo el fenómeno del agua caer.


PD: Esta es una versión ampliada y corregida de la que publico la genial Carolina Jaramillo en el libro "La Pluma del Zorro" que compila escritos de quien escribe, escritos alguna vez por este escribidor, en la ciudad antes descrita.

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