martes, 22 de octubre de 2013

Tengo un amigo de mierda

Tengo un amigo de mierda.

Me daña, me lastima, me hiere profundamente cada vez que lo veo.

Y aunque me duela decirlo, me cuesta alejarme de el.

Y me cuesta decirlo, porque el no poder alejarme me hace sentir prisionero.

 A veces quisiera hacerlo, pero ese rapto de libertad me dura poco tiempo.

Quizá la palabra prisionero sea demasiado grande para esto.

Que se yo, no estoy para analisis de vocabulario en este momento.

A menudo lo odio y a menudo lo amo.

Suelo disfrutar de su compañía, aunque no sea cuestión de todas las veces que lo veo.

Por momentos quisiera desterrarlo de mi vida, pero no puedo.

Tengo que reconocer que no es algo que me suceda muy seguido.

Es más normal no pensar en dejar de verlo sino creer que con el tiempo se va a alejar de mi.

Que se va a ir, como cosa natural.

Que va a ser el quien me abandone y no al revés.

Lo veo seguido, unas cuantas veces por día.

Algunos días lo veo 10 veces, otros días lo veo 15.

Rara vez paso un día sin verlo.

Recuerdo los días en que no lo vi.

No fue tan raro, no lo extrañé demasiado.

Solo lo extrañé de a ratos.

Pero - ay de mi- me basta con verlo una vez al día para querer volver a verlo.

¡Que amigo de mierda!.

¿Será un amigo?

Quizá sea un enemigo, aunque es duro decirlo asi.

Prefiero decir que es un compañero.

Un compañero de mierda, claro.

Me miento a mi mismo diciendo que me ayuda.

Me ayuda a calmarme, a tranquilizarme.

Hay actividades en que no puedo evitar encontrame con el.

Escribir, leer.

Ver una película.

Es un arma de destrucción masiva contra la soledad.

Cuando uno esta solo, corre en su compañía.

Es más fácil encontrarlo en determinados momentos del día, ya lo sabrán.

Después de comer es fija, siempre aparece.

Durante la noche también aparece, y puede aparecer muchisimas veces en una misma noche.

Es un compañero de mierda, y tengo una relación ciclotímica con el.

Ahora -por ejemplo- quiero verlo, siento que lo extraño.

Al principio lo veia muy poco, un par de veces por semana nada más.

Luego fueron un par de veces por día.

Y ahora, ya ven.

Se que de seguir así, tengo muchas chances de que me mate.

Tarde o temprano nos morimos, dicen los que se consuelan con demasiado poco.

Algún día me dejará, supongo.

Por si no se dieron cuenta, mi amigo, enemigo y compañero se llama Lucky Strike.



lunes, 23 de septiembre de 2013

Frases hechas

Hay algunos refranes o frases repetidas que no entiendo. No comprendo cual es el significado actual que tienen, y aunque me quieran explicar que se usa porque hace quien sabe cuanto tiempo atrás significaba otra cosa, no le veo sentido a seguirlos empleando.
Quiero decir, ¿que chiste tiene el repetir una "frase hecha" que no tiene sentido solo para hacer marcar una idea o reforzar un concepto que podríamos decir más explícitamente?

"Está perdido como turco en la neblina"
"No tengo pelos en la lengua"
"Vos querés la chancha y los veinte"
"Se le fueron al humo"

Podría seguir enumerándolas, pero creo que con estas alcanza y sobra para entender adonde estoy yendo. La mayoría no tienen un sentido aparente más que el que le damos los que las usamos habitualmente, aunque no sepamos bien el por que de esto. Esto me enfurece bastante -si, como sabrán tengo baja tolerancia a ciertas cosas-.
¿Para que las usamos?¿No es más facil decir "Vos queres tener todo" en lugar de citar a la pobre chancha y sus veinte chanchitos?¿Un turco se pierde en la neblina más que un albano o un bengalí? Y si "Turco" ya no significa "Ebrio" como significaba hace tiempo ¿Con que razón continuamos dándole entidad a esa frase?

Algunas de ellas son incomprensibles, por ejemplo: alguien que va al frente y dice lo que piensa es alguien que "No tiene pelos en la lengua" tenga o no tenga sentido esta frase, esta en el saber colectivo que ese es el significado que tiene y le damos. Yo nunca vi a nadie que tenga una lengua peluda y calculo que ustedes tampoco. Es contra natura, y no es por esto que la frase se usa, seguramente tendrá algun significado o historia oculta que la justifica.

Otros tienen alguna raiz antigua. Por ejemplo: sabemos que el termino "Irse al humo" viene de la época de las conquistas patagónicas argentinas. Durante el exterminio que perpetuaron los Rauchs y los Rocas sobre los pueblos originarios, la única oportunidad que estos últimos encontraban para poder derrotar a las tropas nacionales era la de atacar mientras la humareda del fusil enturbiaba la vista. Los Ranqueles sabían que durante ese escaso período de tiempo, los tiradores recargaban sus armas manualmente -todavía no existían los rifles automáticos- y ellos podían cabalgar velozmente para tomarlos desprotegidos. De ahi viene. "Se le fueron al humo" como sinónimo de atacar a alguien o avalanzarse sobre alguien de manera repentina.
¿No lo sabías?. Todos los días se aprende algo.
Ahora bien. ¿Que sentido tienen hoy esas frases?. Ninguno.

¿Por que se nos fija el concepto de estas frases si no entendemos el verdadero sentido que tienen?
Es por repetición. Por la construcción colectiva del lenguaje. Las palabras y las frases cobran sentido y toman significado por el uso masivo, por la colectivización y no -y muy a mi pesar- por el sentido real que tengan o por la intelectualización y el análisis que se pueda hacer de su raiz semántica, en el sentido más ortodoxo del idioma.
Es por esa estúpida cualidad humana de reirse del chiste que no entendemos si todos se están riendo. Como el caso de los elefantes que se estan bañando y a uno se le cae el jabón. ¡Por favor! Que manera de arruinar la vida de los adolescentes.


Distinto es el caso de los refranes que aluden a escenas cómicas, absurdas o imposibles del vivir cotidiano. Esos refranes a mi me gustan particularmente por el escenario inesperado -aunque pierde repentizacion con el uso y reuso- y por lo absurdo de la comparación.
"En casa de herrero, cuchillo de palo" es el ejemplo más claro e ilustrativo.


Sera otro día y no hoy, cuando hablaremos de aquellas frases que nos colman la paciencia y quisieramos eliminar de nuestro lenguaje y de los cerebros ajenos. Aquellas que nos irritan y parecieran haber venido para quedarse. Como una horrible tortura a nuestro idioma. Y digo que será otro día porque el solo pensarlas, me genera un odio tan grande que no me permite seguir escribiendo.

¿Sabes a cuales me refiero? No, manzana.

miércoles, 4 de septiembre de 2013

Pelotuderías

Sin revisar el diccionario ni entrar a la web de la RAE puedo afirmar categóricamente que, muy a mi pesar, no existe en nuestro precioso idioma la palabra "Pelotudería". Error. Gravísimo error. Vacío legal de nuestro lenguaje.

Definámoslo entonces:

Pelotudería : s. comercio o bazar donde se compran pelotudeces.

Y ya que estamos, mal podríamos inteligir ese concepto sin definir este otro

Pelotudez : objeto innecesario, sin un uso concreto o evitable de ser adquirido.

Bien. Ahora que sabemos de que hablamos, podemos entender que es una pelotudería. Son aquellos bazares que encontramos por toda la ciudad donde se compran desde manteles individuales hasta adornos de escritorio, pasando por linternas que jamás utilizamos, floreros llamativos, tentadores juegos de mesa que no nos divierten, lapiceros extraños, vasos que se rompen facilmente, cubiertos con escudos de equipos de fútbol, insulsos porta retratos con marco de madera, punteros láser, sombreros que nos avergonzaría usar, biromes con felpudas pelotitas en la punta y cuadernillos A5 que nadie sabe para que sirven.

¿Para qué podría alguien querer estos objetos?

No se me ocurre una respuesta sensata. Son cosas que siempre, sin excepción, terminamos desechando o dejando tiradas en algún rincón de nuestra casa. Son objetos inútiles, en su gran mayoría. Nadie los necesita, nadie les da un uso concreto.

Pausa. Pienso.

¿Iría yo a comprar algo de esto directamente?. Está claro que no. Son cosas que compramos porque nos sorprendemos con ellas mientras buscamos otra cosa.

Ejemplo: entro a uno de estos locales en busca de una birome, doy algunas vueltas, miro las estanterías y anaqueles, y salgo con un cenicero, un mate de goma de esos que se dan vuelta, un florerito de plástico blando, un kit de maquillaje y un paquete de pilas AA. Y claro, sin la birome.

 En definitiva, son pelotudeces. Al igual que todos esos recuerdos de vacaciones que uno se trae de los viajes. Rdo. de Mar Chiquita dice un caracol pegado a un pedazo de madera. Uno no va a una tienda de recuerdos buscando precisamente eso. Uno está de paseo, se encuentra con esa pelotudez y la compra, vaya uno a saber movilizado por que impulso consumista, imaginando encontrarle algún destinatario al regresar a su casa.


Yo. Masculino, 25 años, recientemente recibido y ansioso por quemar mi sueldo en cerveza y rock and roll, no imagino ninguna situación que amerite ingresar a una pelotudería mientras repaso las vidrieras de ropa e instrumentos musicales.

Mi papa. Masculino, 57 años, dueño de una pequeña empresa y ansioso por gastar su dinero en viajes al exterior y vinos de alta gama, tampoco imagina eso.

Mi hermano. Masculino, 21 años, estudiante de una universidad pública, ansioso por gastar su dinero en botines nuevos y camisas con onda para salir a bolichear, tiene la misma reflexión.

¿Para quienes existen entonces las pelotuderías? ¿Quien es el público de estos comercios?.

No quiero sonar machista, por eso me ahorro la evidente respuesta de este interrogante y paso a la siguiente pregunta:

¿Para que compran todas estas pelotudeces?¿Son realmente adictas al consumo innecesario?¿ Sera una de las tantas formas que tiene el sistema de mantenerse vivo y rodando?¿Son responsables del crecimiento absurdo de las industrias chinas?

Igual. Saben que las queremos, no?.

miércoles, 29 de mayo de 2013

La Argentinidad al palo



Hay determinado tipo de frases que escucho (y algunas de ellas también las digo) y que me generan reflexiones extrañas.

Antes de enumerarlas quiero comentarle, a todo aquel que no entienda el título de este post, que existe una canción de una banda argentina que dice lo siguiente:


La calle más larga,
el río más ancho,
las minas más lindas del mundo...
El dulce de leche,
el gran colectivo,
alpargatas, soda y alfajores...
Las huellas digitales,
los dibujos animados,
las jeringas descartables,
la birome...
La transfusión sanguínea,
el seis a cero a perú,
y muchas otras cosas más...

La argentinidad al palo...

Gigantes como el Obelisco,
campeones de fútbol,
boxeo y hockey.
Locatti, Barreda,
Monzón y Cordera
también, matan por amor.
Tanos, gallegos, judíos,
criollos, polacos, indios, negros,
cabecitas... pero con pedigree francés
somos de un lugar
santo y profano a la vez,
mixtura de alta combustión

la argentinidad al palo...

Diseminados, y en franca expansión,
hoy nos espera el mundo entero,
no es para menos la coronación,
brota el encanto del suelo argento.

¡Y no me vengan con cuentos chinos!
Que El Che, Gardel y Maradona
son los number one,
como también lo soy yo,
y argentinos
¡gracias a Dios!

También Videla y el mundial 78
Spadone y la leche adulterada
Manzano se hizo la cirugía del orto
Descuartizan vacas en el norte.
Y siguen los nariguetazos en el Congreso
Galtieri y "los estamos esperando".
Más desnutridos
En el "Granero del mundo".
Cayó la Fundación Padre Bufarra.
Alfonsín con "la casa está en orden"
"El que apuesta al dólar pierde",
dijo el Ministro.
También Menem y su primer inmundo
Cavallo y sus lágrimas de cocodrillo.
Cinco presidentes en una semana.
Encontraron al muñeco de Yabrán
con un tiro en la cabeza.
De La Rúa con su tímida boludez...

Pero... ¿qué me vienen a coger
a mí con la pija muerta?
¡Yo la tengo mucho mas grande que vos!
A los boludos como vos me los cojo
de parado.
Cuando vos fuiste,
Yo ya fui y vine... ¡Cuarenta veces!
¿Cómo no querés que los cague,
si son unos boludos de mierda?
¡Son todos una manga de garcas!
¡Este país está lleno de ladrones!

¿Yo?... ¡Argentino!

Como el tiro en el corazón
de Favaloro.

Del éxtasis a la agonía
oscila nuestro historial.
Podemos ser lo mejor, o también lo peor,
con la misma facilidad.



¿Cuántas veces habremos escuchado frases que elevan al argentino hacia el punto más alto de algún escalafón, o de la generalidad de los escalafones de la vida?


"Esto nos pasa porque tenemos los peores políticos del mundo"


"Es que el Argentino individualmente es el mejor de todos, pero colectivamente es el peor"


"Nos pasa por lo que somos como sociedad, somos la peor"

"Tenemos el país más rico del planeta y no lo sabemos aprovechar"


"La del 2001 fue la peor crisis en la historia de la humanidad"

"Maradona fue el mejor jugador de todos los tiempos"


"Esto en otros países no pasa, pasa acá porque nuestra sociedad es la más cómoda de todas"


"El fútbol argentino es el mejor del mundo"


"Tenemos los mejores científicos de todos, pasa que no tienen presupuesto"


"Las hinchadas argentinas son las mejores, los demás países nos copian a nosotros"


"La Argentina es el mejor país para vivir"


"Somos el mejor país de sudamérica, lejos"


"Los Europeos viven bien, pero son aburridos. La Argentina es el mejor país de todos, es imposible aburrirse"


"Argentina es la cuna del Rock en español."


"Si fueran Ingleses, los redondos serían más grandes que los Beatles. Son la mejor banda de la historia pero en el peor país para ser artista"


No estoy exagerando, ni un poco, son todas frases que en algún momento escuché y calculo ustedes también habrán escuchado.


En resumen: no hay grises señores, no los hay. Blanco, negro, negro, blanco, blanco, negro.

Siempre, SIEMPRE, en la cima. Somos los mejores y somos los peores. En todo, TODO.

¿No es maravilloso?.


Déjenme decirles que, muy a mi pesar, nuestra mala fama de ególatras y soberbios está perfectamente fundamentada. No solo porque nos creemos los mejores en determinadas disciplinas, sino ( y sobre todo) porque nos creemos los peores en tantas otras.


¿Cómo podemos creer que la crisis del 2001 fue la peor del mundo con el hambre que hubo y hay en Sudan, Chad o Haití?


¿Cómo podemos creer que tenemos los peores políticos de todos cuándo todavia quedan países con dictaduras militares?


¿Cómo podemos comparar nuestros científicos o deportistas con los de otros países sin saber nada sobre ciencia o deportes individuales?


Somos asi, y a veces (cada vez más seguido) me avergüenzo.


Pienso por otro lado, y leyendo una nota de un periodista Chileno en el diario La Nación, que muchos de nuestros compatriotas lograron ser los mejores en determinado aspecto de la vida sólo por ser argentinos, sólo por tener un país detrás que los convenció de que lo eran.

¿Seremos acaso los mejores? No creo, depende, que se yo, ¿Quien define quién es el mejor?

¿Seremos acaso los peores? Misma respuesta que antes.


Pienso que no somos ni los mejores ni los peores, somos extremistas, en todo, con todo, contra todo. No tenemos grises, ni puntos medios, ni nada. Exageramos absolutamente todo, hasta la propia exageración.


(Pienso, tomo un vaso de agua y escribo)


¿Somos los más extremistas y exagerados del mundo?

¿No estoy siendo extremista y exagerado en solo plantear esto?



viernes, 26 de abril de 2013

El Olvidado

"Es mejor saberse recordado en la distancia que olvidado en la cercanía" Anónimo.

Quizá no haya peor cosa en el mundo que sentirse un olvidado. No hablo de ser un paria, de ser un extraño en otra tierra o de sentirse ajeno al lugar en que uno vive o a cierto grupo que frecuenta, hablamos de ser olvidado en nuestra propia casa grande, en nuestro propio circulo cercano, ver alejarse la confianza y las relaciones hacia un punto de no retorno, un punto en que pasas a ser solo un personaje más en una foto vieja.

Me pasó hace poco, quiero decir, no a mi particularmente sino a un cercano. Una de esas personas que integraban cierto circulo próximo y que ahora es un olvidado. No esta, no se sabe que pasó con el y a nadie (ni siquiera a mi) parece importarle.

Quizá parezca malévolo de mi parte pensar en que se merece la etiqueta que le fue colocada, se merece el destierro y el olvido por ciertas situaciones que no vale la pena mensionar, pero que voy a hacer, tengo los mismos defectos que cualquier ser humano y aunque parezca cínico pensarlo, no me avergüenza en lo más mínimo mi pensamiento. Nadie se convierte en un olvidado porque si. Es difícil y quizá no sea una situación propia de alguien a quien detestemos, es decir, conozco muchas personas que detesto y detestan un gran número de amigos y que sin embargo siguen estando presentes, dentro del grupo de los que están y aunque a veces quisieramos alejarlos, no podemos dejar de sentirlos presentes.

Este otro personaje no. Está verdaderamente olvidado. Quizá haya encontrado otro círculo donde se lo recuerde, otro círculo que frecuente y que sea el depositario de su confianza y sus ideas, la verdad, no lo se y tampoco me importa. Lo cierto es que puede cumplir años, tener un hijo, terminar una carrera o ascender laboralmente y nadie va a mostrarse contento, ni siquiera a llamarlo para darle un saludo.

Ese creo que es mi temor verdadero, no quisiera nunca sentirme un olvidado. No se que debe pensar este individuo, quizá piense que está todo bien y que solo nos distanciamos por un tiempo. Déjeme decirle querido, que si agarró la punta del posteo, ya no es nadie. Le pese a usted, me pese a mi o le pese a quien le tenga que pesar.

No se si tiene un remate o una reflexión este post, pero es algo que quería compartir. Como siempre, y ya es sana costumbre, me surgen interrogantes.

¿Como se convierte uno en un olvidado?
¿Adonde van a parar aquellas personas que olvidamos?
¿Sentirá el olvidado que se ha transformado en eso?
¿Se vuelve acaso del olvido?

Preguntas, montones, que no tienen respuesta. Ojalá nunca me pase, pero si me pasa, les ruego me lo hagan saber.


miércoles, 20 de marzo de 2013

Memorias de una tarde de lluvia en Buenos Aires

Memorias de una tarde de lluvia en Buenos Aires.
(la ciudad mas ciclotímica del mundo)
de colores cambiantes, altibajos,
días de excitante y abrumadora alegría
y días de derrotismo disfrazado de canción de amor.
Hoy es uno de esos días melanco,
con ese toque tragicómico que la ciudad te brinda.
Llueve, la gente tiene caras de odio y yo que disfruto ver
el agua caer sobre mi ventana.
Hoy es uno de esos días grises, pero grises claros,
en que los recuerdos del pasado te invaden.
Las gotas calan profundo en el humor de los porteños,
que bien sabemos, tenemos en lo genes ese virus
que algunos quisieron llamar melancolía.
Memorias de una tarde de lluvia en Buenos Aires.
La reina del plata, capital cultural americana.
La ciudad que mezcla arte y negocios clandestinos
en un subterráneo inmundo e inexplicablemente bello.
Las calles se llenan de ruidos desconocidos,
ruidos de frenazos, de derrapes, de imprudencias.
(ruidos de lluvia, lisos y llanos)
La gente brama nostalgia, los tangos cobran más vida,
los poetas urbanos pulen su trova e inventan palabras desconocidas.
Memorias de una tarde de lluvia en Buenos Aires.
Entre risas y chistes en los mil y un bares porteños.
Café mediante se lavan las culpas, se confiesan pecados,
se escriben los versos más inspirados,
se escuchan milongas desgarradoras y se vuelve,
como es costumbre, a contener el llanto en la garganta.
Gracias por tanto, perdón por tan poco,
casa grande, hogar de mis hogares, lugar en el mundo,
tatuaje imborrable que llevo en el alma por siempre.
Que fama nos crea el aire de esta metrópolis,
cosmopolita, maravillosamente plural y diversa,
prisión abierta de cantares y sonetos barrocos.
¿A quien culpar por toda esta lluvia?
Traigo tu firma, bella Babilonia de calles adoquinadas,
avenidas perfumadas de neón y calaveras hurgando basurales.
Soy porteño, vivo a lo porteño, siento como porteño.
Será por eso, quiero pensar, que prefiero quedarme adentro,
mirar por la ventana, y disfrutar viendo el fenómeno del agua caer.


PD: Esta es una versión ampliada y corregida de la que publico la genial Carolina Jaramillo en el libro "La Pluma del Zorro" que compila escritos de quien escribe, escritos alguna vez por este escribidor, en la ciudad antes descrita.

sábado, 2 de marzo de 2013

El arte, esa maravilla humana.

Quizá porque es un concepto banal y anárquico o quizá porque tiene tantas variantes que escapan a mi capacidad el enumerarlas, nunca se nos ocurre clasificar al arte dentro del marco objetual o funcionalista que le atribuimos al resto de las cosas con las que convivimos.

¿Que es el arte?¿Para que sirve el arte?. Es imposible encontrarle una respuesta a esas preguntas que nos colme, nos llene y nos defina. Imposible responder esas interrogantes - por más que trabajemos largo rato en eso- y conformarnos con el resultado.

Creo que cada uno se hace la imagen mental de que es y para que sirve, sin embargo nuestra propia incapacidad lingüística no nos permite expresarlo de manera entendible.

- "El arte es, eso que, estee, aquello con lo que, digo, sirve para.. bueno, vos sabes"-

Se ha dicho -con acertada lucidez- que es un estado de libertad, un encuadre de la locura, un canal de información alternativa, una construccion colectiva de la sabiduría no convencional, una expresión no corpórea de algo que nos pasa por dentro, un medio de comunicación en clave metafórica, etc. Todas son válidas, todas responden la primera pregunta, mas ninguna responde la segunda. Que sirve para expresarse, para desconectar, para conectarse internamente, para sensibilizarse o insensibilizarse, para denunciar, para divertirse, etc. También todas son válidas, aunque me dejan menos satisfecho que en la primera.

Aunque no se si soy artista - en el sentido más escueto, depurado y profesional de la palabra- creo que uso y abuso de este para mi, tanto de lo que yo hago personalmente como del arte que consumo de terceros. Yo quiero usar mi arte para comunicarme, -aunque admito que a veces fallo y me encuentro construyendo hipótesis de lo que quise y no quise decir en determinado momento- y también lo utilizo para descargar todas aquellas cosas que vuelan por la cabeza.

Particularmente admiro profundamente aquellos que no solo construyen arte, si no que viven de forma artística. Hay gente que exhala arte, que mueve los labios y escupe poesía o que aprieta los dedos y fabrica una melodía fantástica. No se si es un objetivo buscado o encontrado por mera casualidad, pero es una cualidad admirable. ¿Que es un artista?, pues déjeme decirles que conozco infinidad de artistas que no tocan ningún insturmento, ni escriben, ni pintan, ni esculpen. Hay gente que vive de forma artística. Gente que encuentra arte en manejar un auto o reproducir un oficio de manera sensible. Está en el genoma fundador del arte la sensibilidad, no hay arte sin sensibilidad. Cuando se separan estas dos variables se construye una cancion, una poesia o un cuadro carente de arte, objetos de los que también, lamentablemente, conozco infinidad de ejemplos.

Quizá sea por esto que hay cantantes - ingeniosos, habilidosos, mañosos- carentes de arte. Guitarristas insensibles y parcos que tampoco transmiten nada. Pintores brillantes que no logran comunicar ningún mensaje merecedor de mis halagos.

Por ahi vendrá la punta, creo yo, de todo esto. ¿Que es el arte? , es una expresión sensible de nuestra cabeza, un canal de comunicación que nos linkea con nosotros mismos.¿Para que sirve el arte?, para comunicarnos, para expresar, para sacar de adentro lo que tenemos que decir.

Será por esto que no podemos clasificarlo ni encuadrarlo, porque la sensibilidad es inmaterial e intangible, dificil de definir, dificil de reproducir. Será por esto que para construir arte es necesario sentir algo diferente y no basta con tener habilidad probada en alguno de sus campos. Será por este requerimiento intrínseco de sensibilidad, que detecto de manera espontánea e inclasfiicable cuando alguien que se dice artista esta vacío de mensaje y de contenido, porque detecto que no tiene nada para decir y solo está reproduciendo algo que se ha dicho antes.

Desde su primitiva función era una herramienta de comunicacíón sensible. Más acá en el tiempo fue un medio fundamental de denuncia y liberación. ¿Que hubiera sido de las revoluciones sin su arte?. Podemos detectar el pensamiento y los por menores del sufrimiento de las masas con solo analizar las expresiones artisticas que tuvieron los periodos históricos. Se denuciaron cosas muy graves durante la dictadura argentina en canciones, en poesías, en películas y pinturas. Era el grito de guerra de quien no quería la misma, la forma que tenia el mundo de enterarse lo que pasaba por la cabeza de los que en silencio luchaban contra la injusticia y la degradación. Está en el gen del arte la revolución, ya que el opresor nunca tiene algo para decir, o al menos, nunca tiene para decir más de lo que tiene el oprimido.

¿Cómo entenderíamos el renacimiento si no fuese por su arte?. ¿Como entenderiamos la realidad argentina post malvinas si no fuera por la música?.

Leamos a Machado y entendamos como fue la vida de la España pre Franquista. Escuchemos "Si se calla el cantor" y pongamosnos en la piel de Horacio Guarani. El arte, la revolución, la sensibilidad, todo viene de la mano.



miércoles, 2 de enero de 2013

Consejos

En el coqueto barrio de Flores, más precisamente en las cercanías de lo que los lugareños denominamos "El Bajo Flores", existió cierta vez un hombre. Creo que se llamaba Ramirez, o quiza Fernandez, el nombre no viene al caso, aunque podría apostar un dedo a que se llamaba Ramirez.

El asunto es que este señor era una especie de oráculo, adivino o algo así y practicaba esta actividad a la par que se lucia en sus otras ocupaciones - ensayista, meteorólogo,poeta, periodista deportivo, médico, abogado, crítico de cine, ilustre oyente de música, especialista en medios audiovisuales y vendedor de diarios - que eran, especialmente la última, por la que mayormente lo reconocían.

Esta variedad de profesiones llevaba a circunstancias confusas y enojosas con las que se había acostumbrado a convivir. Por citar un ejemplo, recuerdo la tarde que, queriendo aconsejar a un muchacho que se había hecho un raspón en el pie derecho, lo instruyó en las mañas y cualidades técnicas necesarias para ser un volante central de esos que no abundan o aquella madrugada cuando, habiéndole consultado un vecino por la actitud a tomar frente al despido de su patrón, le dijo que se tomara un Ibuprofeno cuatrocientos miligramos e hiciera reposo por cuarenta y ocho horas.

Las viejas del barrio, los comerciantes que no tenían demasiado éxito en los negocios y los parroquianos habituales de los bares viejos y descascarados, gustaban de escuchar sus consejos y muy a menudo, le consultaban por decisiones a tomar, estrategias a seguir, negocios en los que apostar y minas a las que perseguir. Cabe destacar que don Ramirez acertaba en un gran porcentaje de las consultas, aunque a veces, quizá para destacar su colegiado lenguaje y su don de arte poética, daba consejos tan difusos que podían ser interpretados de infinitas maneras. Esta ambigüedad dialéctica le permitía desligarse responsabilidades y volcar en el consultor la responsabilidad de haber o no interpretado correctamente el mensaje.
La señora Jimenez cuenta, después de dos copitas de jerez y una ligera insinuación amorosa, que cierta vez le consultó sobre el futuro de su negocio de venta minorista de dulces, golosinas, cigarrillos y otros artículos, al que nunca dejó que nadie llamara quiosco.

Rescato de aquella charla:

- Le dije a Ramirez si convenía que dejara mi negocio y me pusiera un locutorio y me respondio: "Señora, si esparce miel en una tostada, lo más probable es que vengan abejas, pero también existe la posibilidad de que aparezcan hormigas, algún oso o inclusive un empleado postal, que siempre estan dando vueltas a la hora del mate." Entendí entonces que tenia que dejar mi negocio y ponerme una dietética. Me fundi tres meses después de haber reinaugurado. Fui a pedir explicaciones y solo me lleve insultos y groserias. Me dijo que yo era una estúpida y que no pensaba gastar más saliba en mi persona." - Me relato algo decepcionada, ligeramente deprimida y evidentemente molesta.


El viejo García - juez en conflictos de índole social, comunicador más que eficaz de semi informaciones del barrio, periodista aficionado sin medio de difusión y verdulero - opinaba frecuentemente que el bueno de Ramirez no era más que un charlatán, un pobre tipo con cantidades obscenas de tiempo ocioso que gustaba de brindarle consejos a los demás. Decia, como si esto fuera poco, que si fuese tan confiable como todos creían, no seguiría vendiendo diarios en el cruce de las avenidas Carabobo y Eva Perón.

Consultado ante semejante ofensa, Ramirez dijo desconocer al señor García y atribuyó esa expresión al chumserio habitual de peluquería de las viejas que quisieron arrastrarlo a la cama y no tuvieron éxito.
Es que el supremo consejero de Flores, como algunos solían llamarlo, se creía buen mozo, galante, seductor y dueño de un físico envidiable, y a menudo se le podía escuchar contandole a los parroquianos del bar "El manco" sus historias de romances con estrellas de la farándula nacional, prostitutas de la calle Ramon Falcón y mujeres de los comerciantes de la calle Varela.

Con el advenimiento del internet, la hiperinformacion y los medios que abusan de nuestra intimidad para decirnos lo que tenemos que pensar y lo que no, la gente dejó de interesarse en los consejos de Ramirez.
Dicen que el viejo murió dos semanas después de que ganara Alfonsin las elecciones del ochenta y tres, y a pesar de haber pasado el tiempo, la gente todavia piensa que al barrio le falta un consejero de confianza.