martes, 9 de agosto de 2011

La cancion de amor que te escribi

Yo escribi una cancion, cierta vez.
Fue extraño, lo recuerdo bien.
Relata una situación, una sensacion diría yo.
Una historia de amor en donde nada pasa, donde el amor no existe.
Una historia de un amor inconcluso, simplemente, una historia mas.
Pero era perfecta, con modestia debo reconocerlo.
Tenia tanto de mi que nunca supe bien si realmente era buena o era en realidad una visión banal de aquello que yo sentía al cantarla.
Como un tercer mundista retrato de Dorian Gray, era mas de mi que de ella.
Mas mía que de esa persona que la había inspirado. Quizá estaba enamorado de la canción y no de ella, quizá estaba enamorado de mi cuando estaba con ella o quizá estaba enamorado de mi mientras cantaba la canción o quizá estaba enamorado de ella cuando la escuchaba o quizá estaba enamorado de nosotros que teníamos esa canción como secreto o quizá estaba enamorado de mi siempre o quizá estaba enamorado de ella siempre o quizá estaba enamorado del mundo y de la vida o quizá no estaba enamorado de nada.
Habia puesto demasiado para escribirla, todo el esfuerzo y la experiencia acumulada, y esa pizca de ingenio e inspiración que nacen en momentos inesperados.
Simplemente perfecta.
Se construye de un relato de objetos, personas, pensamientos, ideas y reflexiones que surgieron en el momento en que yo la miraba y ella a mi. En ese momento mágico y eterno del que, vaya uno a saber por que, no podría precisar duración.
Quizá fueron 2 horas, quizá fueron 5 minutos. Quizá los 3 minutos y monedas que dura la canción, dependiendo del tiempo y la circunstancia en que la cante, sean mas que el tiempo transcurrido mientras nos mirábamos en silencio.
Una y otra vez la leía y la releía y seguía siendo perfecta. No había nada que corregir, nada que agregar. Tampoco sobraba nada.
Extraño es, el sentirse satisfecho de algo que se revisa tan minuciosamente.
Es una canción de amor, donde no existe un beso, una insinuación ni una declaración de principios.
Solo describe la circunstancia, esa noche, ese lugar, esas personas.
Nunca pude cantarla en publico, ni a nadie en privado, nunca.
Seguramente por miedo, se que parece extraño, pero es miedo.
Una canción tan perfecta puede volverse imperfecta cuando se la enseña a alguien mas.
Y que tal si no es tan genial como yo creo? Para que arriesgarse? Para que darle al mundo algo que quizá el mundo no este preparado para recibir o no le interese?
Queda solo para mi y para ella.
Una vez ella la escucho, solo una. Quedo maravillada. Con eso me basto para saber que se confirmaba la teoría de que era una canción de amor perfecta.
El tiempo corrió veloz sobre nosotros y nunca mas volví a verla, ni a hablar con ella.
Quedo inconclusa nuestra historia, inconclusa igual que la canción.
Nunca nos besamos, como en la canción, nunca compartimos nada, solo ese momento.
Un relato romántico sobre una situación que con el tiempo se auto idealiza y ensalza. Quizá fueron miradas normales, como quien mira a otra persona en el subte.
Quizá la historia que arme después de la canción fue mas grande que la canción en si.
Quizá, quizá, quizá.
Hoy, que ni la veo, ni la tengo, ni la beso. Hoy solo queda esa canción como retrato autentico de ese amor que nunca tuvimos y que nunca tendremos.
Hoy queda en un papel y en mi cabeza, ese amor perfecto que tuvimos a través de una melodía y una letra aguda y ambiciosa.
Hoy quedamos nosotros, cada uno por su lado, con sus parejas, sus proyectos, sus vidas.
Hoy quedamos nosotros en la realidad, que es lo que cuenta, separados y ajenos el uno del otro, y quedamos también juntos en un relato musical que nunca nadie conocerá.
Tomo la guitarra y empiezo a tocarla de nuevo, vuelven las sensaciones, los recuerdos de esa noche que ya no se si existió en realidad.
Esa mujer que no se si de verdad sintió alguna vez lo que escribí oportunamente que sentía.
Ese momento de amor que no se si fue tal.
Que importa? La canción es perfecta.
Tanto que voy a tocarla nuevamente.
La canción de amor que te escribí...





Pd. Si escribo como Juan Pablo Castel y refiero a Dorian Gray, sepan disculpar, consumi de esas dos maravillosas novelas este ultimo tiempo.