jueves, 15 de febrero de 2018

Rodeado de boludos

Estoy rodeado de boludos. Estamos rodeados de boludos.

Escuché, escucho y seguiré escuchando esa frase todo el tiempo. Para todos, todos somos boludos. Todos creemos que los demás son boludos. Todos creemos que salvo nosotros, el resto son, fueron o serán boludos.

El problema de todo esto es el factor de simultaneidad, si todos pensamos que todos somos boludos debe ser que todos somos boludos. Pienso, entonces, para que decir que somos boludos si todos lo somos. Somos lo que somos, boludos en definitiva, porque le aplicamos una connotación peyorativa a esa palabra. Si dijesemos "Estoy rodeado de personas" no cobraría mucho sentido, sin embargo si le encontramos sentido a decir que "Estamos rodeados de boludos".

En definitiva, escribo este posteo, después de un largo bache de ausencia, porque esta semana senti , como nunca antes, que estoy rodeado de boludos. En el trabajo, entre mis compañeros, entre mis amigos, entre mis vecinos... Por donde veo hay boludos.

Decir que son boludos es generalizarlo, para no caer en una especificación absurda. Digo son boludos para no decir que son imbeciles, ignorantes, giles, ventajeros, cancheritos, agrandados, egocéntricos, fracasados, inmaduros, infelices. Boludos, en definitva. Son boludos. Todos somos boludos de alguna u otra manera.

La conclusión a esto es simple. Si peino un poco más fino y trato de no contradecirme demasiado, pienso que yo también soy un boludo. Y como en realidad boludo no me creo, quizá no esté rodeado de boludos. Se entiende?.. En definitiva. Juzgar menos, tolerar más. Eso nos saca de la boludización. No es que estemos rodeados de boludos, es que somos intolerantes.


Bueno. Boludos también hay, para que negarlo si abrir los ojos nos arroja esa conclusión.
Quizá lo que abundan no son boludos ni intolerantes, lo que sobra son contradicciones.. y ganas de escribir.