sábado, 9 de julio de 2016

Chauvinismo, Cipayismo y Riquelmismo

Si-No. Blanco-Negro. Así somos, así nos reconocemos, así nos gusta ser. Digo, a mi me gusta ser así, es una cualidad nuestra y no tendría porque avergonzarnos.

El Bicentenario llegó, paradójicamente, antes que el segundo semestre que se nos sigue escapando como un punto en el horizonte, y volvemos a las viejas discusiones de siempre. Volvemos a las contradicciones que nos gustan, al cruce de palabras que nos hacen felices.. ¿felices?.. que nos describen, esas contradicciones hermosas, hilarantes, esas palabras que repetimos, las frases que nos gusta citar, los próceres olvidados que sólo recordamos en charlas de café, las conversaciones que sacan lo peor de nosotros, que tiran sobre el mantel conceptos que nos avergüenzan sobre aquellos que sentimos propios, sensatos, cercanos. Así somos, así nos gusta ser. Después nos arrepentimos, y a la cuarta copa de malbec volvemos a abrazarnos y recordar el gol de Diego a los ingleses o las hazañas de Francisco en tierras Vaticanas.

Cuando las fechas patrias se acercan todos nos lanzamos conocimientos olvidados, que teníamos escondidos y no recordábamos, todos o casi todos inexactos, perdidos, absurdos. Nos sentimos Felipe Pigna, porque seguramente leímos la contra tapa de uno de sus libros mientras buscábamos las 50 sombras de grey para regalarle a una tía fríjida. Y sabemos mucho, muchísimo diría, de todo aquello que no vivimos pero si nos contaron aquellos que tampoco lo vivieron pero a quienes también se lo contaron.

Algunos, armados con un chauvinismo vomitivo nos recuerdan que fuimos potencia, nos gritan que éramos el granero del mundo y lo podemos volver a ser. Vuelve aquella historieta de los cuatro climas, los premios nobel, las proezas deportivas, las gestas individuales por las que somos reconocidos y la patria hermosa que pisamos. Que el trigo de Perón, que nos lo robaron todo, que los imperios extranjeros y que la puta que los parió. Dicen, apoyándose en ignotas estadísticas, que somos más que nuestros vecinos, que nuestro pasto es más verde y nuestros próceres más lindos. Que podríamos haber ganado en Malvinas, porque teníamos mejores pilotos de avión que ellos. Que nos cagaron mucho, pero que si nos dejan de cagar todo se arregla. Que la gastronomía porteña es mejor que la Parisina y todo el mundo lo sabe. Que si los redondos fueran británicos serían mucho mas que The Who o que Tuero era mejor piloto que Schumacher (se escribe asi?) pero que le faltó plata. Repiten hasta el paroxismo que el tango, que Gardel, que Lepera, que Messi, que Atahualpa y que Piazzola. Todo nos dura un instante de exquisito orgullo, solo un instante. El Torino!... ¿Sabes lo que era Avellaneda cuando yo era chico?. Tenemos los mejores ingenieros, en la Nasa los mejores proyectos los hacen argentinos, todos lo saben y allá (y señalan el horizonte) cortan la carne al revés, porque no saben, y la pizza es mejor en Buenos Aires que en Génova, y todos los que se fueron quieren volver, porque como se vive acá no se vive en ningún lugar del mundo.¿Noruega?.. ¿Sabías que Noruega tiene la tasa de suicidios más alta del mundo?

Mientras tanto, mordiendose las uñas y afilando los colmillos, esperan su turno para golpear los del discurso cipayo y extranjerizante y comienza la otra cantinela, esa que también ya escuchamos miles de veces.

 Y nos dicen que en Estados Unidos bla, y que en Europa bla bla, y que los maestros nos se arrodillan ante el emperador de Japón (?) y nos comparten historias en Facebook que no nos importan una mierda. Y responden ante el orgullo por los héroes patrios que San Martín tenía acento español, que Rosas era un hijo de su madre y que a Maradona lo bancamos, pero sólo como jugador y no como persona..... ¿sólo como jugador? y yo que pensé que nos había traido alegrías por su incursión en la búsqueda de la paz mundial.
 Y que Alemania se levantó de dos guerras y nosotros no podemos levantarnos del 2001, y que nuestros abuelos vinieron con una mano atrás y otra ..etc.... Y que la culpa es nuestra, (obvio, ¿de quien va a ser?) y que los empresarios hacen negocios y esa es su función y que el rol del estado y la corrupción y que coimeamos a la policía y que con esta educación no saldremos nunca del pozo de deterioro en el que nos caimos en la década del ´30 y del que todavía estamos lejos de salir.

¿La década del ´30?. Pasaron 80 años maestro.

Y algunos, sin ningún tipo de escrúpulo, se lamentan que hayamos expulsado a los ingleses en las invasiones.. "Seríamos como Australia o Nueva Zelanda, y no quiero decir que como Estados Unidos para no entrar en polémicas"- reflexionan hábilmente y con una sensibilidad galopante. También podríamos ser como la India, como Uganda o Nigeria pero ese detalle a muchos se les escapa.

Nos desangramos en estas discusiones de falso orgullo nacional y falso orgullo extranjero, discusiones de taxistas dirán algunos, yo no me atrevo a meterme con Viviani y su gente.
Al cabo de un tiempo todo esto nos aburre y volvemos a hablar de las cosas que si vivimos y sentimos y no de aquellas que nos contaron, que se parecen más a una religión, falta de pruebas y hechos comprobables, que a una descripción historiográfica.

Y en eso se parecen quizá la religiones con la historia antigua, o no?. ¿Me tengo que meter en este tema? ¿Tengo que decir que muchos adoran a un tipo que ni siquiera conocieron porque les dijeron que hizo cosas que nadie supone que se puedan hacer para dejarnos un derrotero de culpas, odios, guerras y fastidios y me critican por creer en Riquelme que hizo cosas imposibles pero que si las pude ver en vivo y en directo y me trajo felicidades, angustias positivas y goce deportivo?.. tenés razón, mejor no me meto con esto.

El 9 de Julio debería servirnos para algo, no se para qué y calculo que nunca lo voy a saber. Mientras tanto sigamos disfrutando ser así, bipolares, vicerales, pasionales. Disfrutemos lo que somos, porque lo que fuimos no lo vivimos y lo que vamos a ser puede que sea peor. Y que viva la patria!



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