Hay ciertos días en que uno tiene algo que decir, una historia que contar, y se vuelca a espacios como este para materializarlo.
Son días diferentes, atípicos. Días en que las musas revolotean por tu habitación y se posan sobre tu hombro para dictarte algún pensamiento que rompa con el molde.
Revisando un poco este blog recordé que algunos posteos - "Nosotros y nosotros", "Las mujeres y yo" o "El talento de encontrar un método"- nacieron con esta mecánica.
Eran días - o noches - en que estaba especialmente inspirado - tenia ideas en la cabeza sobre cosas que quería decir, historias que quería contar o conclusiones a las que había arribado - y tenia la suerte de poder escribir casi de manera metódica.
Fluyeron, como diría alguno, de una forma tan repentina como natural y solo tuve que sentarme unos minutos para poderlas escribir.
Hoy definitivamente no es uno de esos días. No tengo nada concreto en la cabeza, estoy rodeado de emociones diferentes y presiones de toda índole y la verdad no se ni porque decidí abrir esta ventanita.
Seguramente tengo cosas para decir, algo que contar, pero no se me viene a la cabeza, o bien, si se me viene y no logro concretarlo en algo redondito y puro que pueda resultar interesante de leer.
Hoy , y desde hace casi un mes, las musas me están esquivando. Espero poderlas atrapar pronto o este blog pasara a la historia.
No hay comentarios:
Publicar un comentario