miércoles, 21 de septiembre de 2011

Los ajenos

Hay cierta clase de gente no gente.
Personas impersonales, individuos colectivos.
Miembros inactivos de esta activa sociedad.
De próceres de bronce y enemigos intimos
Invisibles claro, ajenos al resto.
Pero propios de esa suerte a la que nos jugamos
Hay cierta clase de persona que no vemos.
Están ahí, pero no están. De eso se trata.
Somos nosotros los que los volvemos invisibles
Los dotamos de esa cualidad de la que no quieren ser dotados.
Intangibles, alejados. Ellos siguen ahí. Ajenos.
Tan reales, tan propios, tan nuestros
Como cada uno de nosotros somos.
Algún día, algún maldito día, volverán
A ser nuestros, visibles, tangibles.
Volverán para cobrarse nuestro desprecio.
De nobles sin corona, Dioses sin espinas.
Nuestra necesidad de no sentirnos parte.
Algún día volverán, y seremos nosotros al fin
Los que desapareceremos del mundo para siempre.

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